Época: Francia
Inicio: Año 1066
Fin: Año 1150

Antecedente:
El Románico en Francia

(C) Isidro G. Bango Torviso



Comentario

La arquitectura de estas regiones no presenta, desde el punto de vista de la investigación técnica y de la búsqueda de nuevas formas tipológicas, grandes hallazgos de planteamientos arquitectónicos puros. Sus edificios presentan estructuras muy simples resueltas de forma que incluso podríamos considerar arcaizantes. Sin embargo, la contemplación de un importante patrimonio romano existente en la época sirvió de inspiración a los constructores para crear unos magníficos recursos, generalmente escultóricos, que disfrazasen armónicamente la simpleza de las líneas arquitectónicas.
La abacial de Saint-Guilhem-le-Désert, con sus tres ábsides semicirculares y sus respectivas naves de muros inarticulados, es un ejemplo del primer románico inercial superviviente en la región. En la iglesia de la abadía de Alet, a comienzos del XII, se inicia el proyecto de un templo que pretende adecuarse a los nuevos tiempos: un ábside dotado de nichos y unas naves que iban a tener pilares cruciformes alternando con columnas. Las obras sufrieron grandes modificaciones, y el resultado fue un complejo e inarmónico conjunto.

Saint-Gilles de Gard constituía una de las etapas del camino de Santiago. Tiene tres naves separadas por pilares cruciformes, un transepto acusado sobre las colaterales, y una cabecera con deambulatorio, levantada sobre una cripta. Es un edificio excepcional para la zona, construido a lo largo de todo el siglo XII. La catedral de Arles mostraba una simple planta de tres naves, con crucero y tres ábsides. En el siglo XV se sustituyó la cabecera románica por una girola gótica.

En la fachada de Saint-Gilles se dispuso una gran portada de tres vanos articulados con un orden de columnas en resalte sobre el paramento, que se puede considerar como una de las mejores interpretaciones medievales de la estética arquitectónica romana. Todo aquí resulta discutido y controvertido. La cronología oscila entre principios del XII y mediados del XIII. Los criterios de autoría van desde más de cuatro maestros a, fundamentalmente, uno sólo. Dos esculturas, representando a Mateo y Bartolomé, aparecen firmadas por Bruno (Brunus me fecit).

En general, el programa responde a un proyecto original que pretendía poner el acento en el sentido redentor de la vida pública de Cristo. Los tres tímpanos representan una teofanía, la adoración de los magos y la crucifixión. Uno de sus últimos estudiosos, el americano W. S. Stoddard, ha señalado un primer maestro, Bruno, dotado de un estilo de inspiración en obras antiguas, que modela figuras monumentales de una corporeidad contundente; después, se sucederán cuatro estilos más. De una manera general, se podría decir que se trata de un arte marcado por la estatuaria antigua conservada en la región. Esta forma de hacer trasciende a los maestros que trabajan en los claustros de San Trófimo de Arlés y Montmajour. En el claustro de Arlés, siguiendo el uso iniciado en Silos y Moissac, se realizan relieves con grandes figuras y escenas.

Este arte escultórico a la antigua impregnará muchas de las creaciones del área mediterránea, de España a Tierra Santa, durante el último tercio del siglo y primer cuarto del siguiente. Generalmente se hace depender de Saint-Gilles, lo que obligadamente nos conduce a reconsiderar la cronología de éste a mediados del XII.